Cuando allá por el 2019 recibí un mail que nos invitaba a presentarnos como agencia para brindar servicios de comunicación a Fundación Avon, supe que esa invitación era la posibilidad de plasmar de manera constante y en mayor profundidad, un trabajo que veníamos haciendo hace años para erradicar la violencia de género, entre otras causas. 
Cuando abrimos este canal de comunicación, lo hicimos con el propósito de acercarles no solo temas que nos atraviesan, sino voces que nos inspiran, que dicen cosas que nos importan, que ponen cuerpo, corazón y mente para construir colectivamente, que tienen una manera de posicionarse en el mundo que resuena con la nuestra.
Y acá estamos, inaugurando una nueva sección en este newsletter. Se trata de abrir este espacio para que participen personas con las que hacemos equipo cotidianamente o no, personas que definitivamente dejaron y dejan su huella en Bi Universe.
¿La consigna? Seguir expandiendo nuestro universo y construir redes con personas que llevan las conversaciones al siguiente nivel.

Yan De Simone

 

¡Allá vamos!
 

Hoy se cumplen 9 años de la primera marcha del Ni una Menos. Una consigna que se convirtió en movimiento como respuesta al aumento de femicidios en Argentina.

Para reflexionar sobre esta fecha, Yan conversó, como tantas veces, con Ana Ines Álvarez, Directora de Fundación Avon y una gran amiga de la casa. Por su profunda conciencia, por el impacto de su trabajo y porque queremos dejar de decir Ni una menos.

Hablemos de tu compromiso por defender los derechos de mujeres y niñxs.

Siempre tuve un compromiso con los derechos humanos. Recorriendo ese camino, llegué al feminismo, que empezó a atravesar lo que pensaba y como entendía el mundo. Al incorporar estas nuevas dimensiones y aprendizajes en mi manera de ver y de hacer, ese compromiso, que expresaba de manera más general, empezó a estar atravesado por la diversidad.

Fue inevitable entender que las realidades que vivimos las personas no son las mismas. Aunque hay cuestiones que nos afectan por igual, es necesario ponderar cómo nos impactan las diferencias y la especificidad de las trayectorias que vivimos  porque las soluciones, el abordaje y las conversaciones nunca son iguales.

Defender los derechos humanos es un compromiso que todos los días se renueva, se repiensa. Comprender otras realidades requiere atención constante y por sobre todo la decisión constante de no ser indiferente.

Hoy gritamos Ni una Menos

 

Digo Ni una Menos con mucho dolor y al mismo tiempo con mucha esperanza.

Digo Ni una Menos y siempre pienso en esa mujer que no está, que probablemente no conocí. Porque aunque no era parte de mi red de afecto, quiero dejar en claro que cada una de nosotras es necesaria en la vida.

Lo digo fuerte y lo repito: digo Ni una Menos con la ilusión de que alguien que hasta el momento no se sintió interpelada o interpelado por ese grito de dolor, empiece a hacerlo.

Digo Ni una Menos para que todas las personas estemos atentas a lo que le pasa a la otra.

Digo Ni una Menos como una nueva oportunidad de cambiar la realidad para que no sigamos faltando.

 

¿Cómo otra persona puede despertarnos la conciencia en la lucha colectiva?

 

En esta pregunta está la clave. La violencia nos pasa a todas y nos pasa por ser quienes somos: mujeres.

El principal desafío como sociedad es entender que la solución a este problema involucra a todas las personas. Porque tiene que ver con prácticas de todos los días, con cosas que decimos y hacemos, que de alguna manera reproducen las violencias que nos afectan en la vida cotidiana.

Hay mujeres que viven esta violencia de manera mucho más grave, continúa, directa. Y eso no es un problema individual ni privado, sino que tiene una raíz cultural, social.

Por eso es que también es un asunto nuestro: en primer lugar, podemos revisar qué estamos haciendo para cambiar la realidad de todas las mujeres; en segundo lugar, tenemos la responsabilidad de hacerle saber que eso que le pasa no es porque ella hizo algo, hacerle saber que estamos ahí para escucharla y acompañarla en lo que ella vaya decidiendo.

La violencia es algo que le duele a toda la sociedad, que no es solo el tema de algunas, sino de todas. Cuando empezamos a verlo de esta manera podemos construir soluciones, prácticas y cambios desde lo colectivo, que transforme la realidad para que esto deje de ocurrir.

Todos los días me propongo como desafío ampliar la conversación, que más personas puedan entender que esta realidad tiene urgentemente cambiar  y que depende de todas las personas por igual.

 

¿Cómo es construir lo humano en conjunto con otras organizaciones?

 

La salida siempre es colectiva. Trabajar por Ni una Menos no es una tarea individual ni de una sola organización. Se trata de mirarnos, hacer red, articular lo que cada una hace, repensar nuestro trabajo en función de lo que hace la otra para complementarnos.

Solo así, cuando tenemos que hacer algún reclamo o solicitud, podemos llevar conversaciones más fuertes. Por eso es absolutamente necesario entender que la salida siempre es colectiva

 

El Ni una Menos nació de un grito colectivo, y hoy nos moviliza y nos interpela no solo a nosotras como personas individuales sino como personas que son parte de comunidades, organizaciones y una sociedad que no sale sola. 

Ana Inés Álvarez

 

Hoy y desde aquel mail, trabajamos día a día y en equipo, para erradicar la violencia de género, mediante una herramienta fundamental y transformadora como es la comunicación y creatividad.

 

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