“Cuando pensamos en causas sociales, la clave es contribuir de manera responsable, sin caer en el uso superficial del simbolismo”— Equipo Bi Universe

 

Se termina octubre, mes de concientización sobre el cáncer de mama, y nos resuena una pregunta clave: ¿por qué esta causa se asocia con el color rosa?

 

Primero, lo primero: el origen

El uso del color rosa como símbolo para el cáncer de mama tiene su origen en los años 90. En 1991, la Fundación Susan G. Komen, una organización estadounidense dedicada a la lucha contra el cáncer de mama, distribuyó cintas rosas entre las participantes de una carrera en Nueva York para personas que habían atravesado o estaban pasando por la enfermedad.

Un año después, la revista Self y la empresa de cosméticos Estée Lauder consolidaron el uso de este símbolo y de este color. Juntas lanzaron una campaña masiva para promover la detección temprana del cáncer de mama, entregando lazos en tiendas y puntos de venta.

Pero, ¿por qué es algo común que las causas sociales busquen colores como para unir fuerzas?

El uso de colores –y otros símbolos– en campañas sociales tiene como objetivo comunicar rápidamente un mensaje, dar una identidad visual a la causa y unificar a las personas. Esta estrategia se popularizó especialmente durante el siglo XX con el auge de movimientos de concienciación y campañas de salud.

Pensemos en otros ejemplos que existen. Por ejemplo, el rojo, asociado con la solidaridad hacia las personas que viven con VIH; el violeta, con la eliminación de la violencia de género; y el verde, usado por los movimientos a favor de la legalización del aborto en Latinoamérica.

¿Qué pasa con el rosa?

Hace tiempo, viene creciendo el cuestionamiento al color rosa vinculado a la causa del cáncer de mama. Al asociarse con la ternura y la feminidad, podría transmitir una imagen demasiado optimista de una enfermedad que sabemos que es difícil.

A esto se le suma el fenómeno del pinkwashing, donde vemos marcas que hacen uso de la causa priorizando una lógica comercial frente a una de impacto positivo real. Cada octubre más y más marcas se visten de rosa.  ¿Esto está bueno? Y… está bueno si podemos hacer algo concreto, como divulgar información necesaria, útil y de concientización, acciones concretas para democratizar el acceso a los estudios y tratamientos, encuentros para el acompañamiento consciente, etc. En las antípodas a eso, hay marcas que, por ejemplo, lanzan un producto, digamos un chocolate, con un pack rosa y sin trasfondo. Ahí sí hablamos de un oportunismo muy poco estratégico y creativo para abordar una causa tan seria.

En España, la plataforma Teta y Teta –cuyo trabajo admiramos– lanzó la campaña Octubre Marrón para poner foco en la dura realidad de atravesar la enfermedad y en la necesidad de movilizar más recursos para la investigación, prevención y tratamiento. Al mismo tiempo, la campaña busca exponer prácticas de pinkwashing en relación a una enfermedad que afecta a 2,3 millones de mujeres a nivel mundial.

¿Y por casa cómo andamos?

Desde Bi Universe, trabajamos junto con la Fundación Avon hace cinco años para evitar estas prácticas, generando campañas de detección temprana del cáncer de mama con perspectiva de género y un enfoque realista. La fundación ofrece mamografías gratuitas, información de calidad y financiamiento para organizaciones que apoyan a personas con cáncer.

Existen formas de comprometerse de manera responsable y estas son las campañas que nos gustan. Nos importan los colores y los símbolos que se usan para dar mensajes, sí, pero nos importa sobre todo el mensaje y fundamentalmente qué hay detrás de ese mensaje: ¿existen esas acciones que colaboran con la causa o es puro bluf ("montaje propagandístico destinado a crear un prestigio que posteriormente se revela falso")?

Según datos relevados en la Encuesta Regional de Opinión Pública sobre Cáncer de Mama del 2021, llevada adelante por Avon y Fundación Avon, solo 3 de cada 10 mujeres reconocen a la mamografía como el método de detección temprana más efectivo. Para que esta realidad cambie es necesario concientizar acerca de la detección temprana del cáncer de mama, una enfermedad que, si es detectada a tiempo, es curable en más del 90% de los casos.

Una vez más, acompañamos a la Fundación Avon en 18ª edición de la Caminata Avon, que reunió a 12.000 personas por la detección temprana del cáncer de mama. Este evento, el más masivo de Argentina en relación a esta temática, convoca a distintas personas que, impulsadas por la causa, se unen una vez más para defender la salud mamaria como un derecho fundamental para todas las personas. Te compartimos un resumen acá.

 

Como comunicadoras, creemos que cuando pensamos en causas sociales, la clave es contribuir de manera responsable, sin caer en el uso superficial del simbolismo. Podemos cambiar el rosa por el marrón, claro, aunque lo más importante es qué acciones hay detrás de las comunicaciones que vemos.

¡Conocé el trabajo que hacemos en conjunto con Fundación Avon! Visitá su Instagram

 

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